Al personaje hay que darle vida, una razón de ser, un carácter, una apariencia. Al personaje no se le puede comparar con nada más que no sea él mismo. Por eso existen esos magníficos departamentos que, tras la pantalla, son los que realmente le dan vida a un nombre escrito entre el guion de una película o una serie de televisión. Un personaje no debería ser fácil de olvidar, porque eso significaría que su caracterización no ha sido la adecuada.
Lo que muchos pueden ver como un simple zapato, un lazo, unas medias de color, una máscara... ahí es donde reside la verdadera esencia de cada uno de los personajes que lo han llevado y han transmitido. No solo hay que ponerse algo para ser alguien, también hay que sentirlo como parte propia. No basta con vestirse como ese personaje, hay que sacar la parte que llevamos de él dentro.
Colores, elegancia, texturas, estampados, tejidos suaves, piezas complejas, diseños inspiradores... Todo tiene cabida en una pantalla, ya sea grande o pequeña. Pero ese no es el verdadero principio. Empieza mucho antes de lo que nos pensamos: en una hoja en blanco.
Mientras que el guionista ha utilizado un folio para escribir las sensaciones que debe transmitir dicho personaje, un estilista crea a ese personaje a través de las palabras escritas. Una hoja que, al lado de otra, puede parecer igual pero que en realidad encierra una historia mucho más emotiva por detrás. Porque cada uno de ellos ha dejado plasmada una parte de su esencia en ese personaje que nosotros mismos identificaremos.
Lo que muchos pueden ver como un simple zapato, un lazo, unas medias de color, una máscara... ahí es donde reside la verdadera esencia de cada uno de los personajes que lo han llevado y han transmitido. No solo hay que ponerse algo para ser alguien, también hay que sentirlo como parte propia. No basta con vestirse como ese personaje, hay que sacar la parte que llevamos de él dentro.
Colores, elegancia, texturas, estampados, tejidos suaves, piezas complejas, diseños inspiradores... Todo tiene cabida en una pantalla, ya sea grande o pequeña. Pero ese no es el verdadero principio. Empieza mucho antes de lo que nos pensamos: en una hoja en blanco.
Mientras que el guionista ha utilizado un folio para escribir las sensaciones que debe transmitir dicho personaje, un estilista crea a ese personaje a través de las palabras escritas. Una hoja que, al lado de otra, puede parecer igual pero que en realidad encierra una historia mucho más emotiva por detrás. Porque cada uno de ellos ha dejado plasmada una parte de su esencia en ese personaje que nosotros mismos identificaremos.
Apartado en el que podrás encontrar una variedad de vestuario con el que poder simular a tus personajes favoritos. Ya sea femenino o masculino, aparezca en cine o en televisión. Accede a todos los contenidos relacionados a través del siguiente enlace: